La novela Zergatik panpox (1979) de la escritora Arantxa Urretabizkaia (Donostia, 1947) es la elegida para la 5ª edición de Lectura de Clásicos organizada por Bilbo Zaharra Euskaltegia. El acto se celebrará en el Teatro Arriaga el 14 de Junio, de 08:00 a 20:00. Durante las doce horas, cerca de 400 personas pasarán por el Teatro para leer algún fragmento de la novela Zergatik Panpox. Entre ellas podremos ver a personalidades del ámbito cultural, social, deportivo, político, etc.
Has estudiado Historia y, aunque también te hemos conocido en otros campos, eres conocida como escritora. ¿Cómo empezaste a escribir?
Quería ser escritora desde pequeña. Probablemente porque era una buena lectora, y un día pensé, "¿y por qué no escribo yo para que los demás me lean?".
Empecé a escribir por mi cuenta, pero un hecho que me marcó fue un momento concreto, el año 1969, cuando Ramon Saizarbitoria se puso en contacto conmigo. Estaban pensando en crear una editorial, la editorial Lur, y me invitó a participar en ella. Me animé, no por ser especialmente idónea, pero en aquella época no había muchos jóvenes euskaldunes con estudios.
En la editorial fui conociendo a los primeros escritores; escritores y escritoras de verdad, no los que yo me había imaginado, sino personas que eran accesibles para mí. Creo que ese hecho me ayudó a dar el último empujón.
La editorial Lur duró tres o cuatro años y, durante ese tiempo, tuvimos la oportunidad de publicar muchos libros. Teníamos dos secciones: la primera era la literatura (ficción, poesía, etc.) y la segunda la denominada "Hastapenak", donde publicábamos ensayos (historia de la economía, etc.).
Como he mencionado, acabaste los estudios de Historia. ¿Has trabajado alguna vez en ese ámbito?
No, nunca. Pero, sin duda, me ha servido de mucha ayuda en muchos aspectos. No estudié mucha historia, pero al menos aprendí a saber dónde y cómo debo buscar sobre una época determinada. Lo he aplicado en el cine y en otros trabajos.
La principal razón por la que opté por Historia y por Barcelona es que en esa época no existía ninguna facultad aquí. Tenías que irte fuera. En ese momento, la facultad de Barcelona era la única que no requería estudios de latín y griego para estudiar. Y por eso me fui allí.
Zergatik panpox (Hordago, 1979) es una de tus obras más conocidas. Es la novela elegida para la 5ª edición de Lectura de Clásicos que se celebrará en Bilbao. ¿Qué supone eso para ti? ¿Será un honor, verdad?
Sobre todo, me alegra. Cuando alguien escoge una obra tuya, lo primero que debes hacer es agradecerlo. Doy las gracias a los organizadores por haber reconocido mi trabajo.
Ya que la sección se llama Euskal Klasikoak, empecé a buscar la definición de la palabra "clásico" y recogí dos o tres definiciones: "que se tiene por modelo digno de imitación" era la primera; "obra que, en cierta manera, forma parte de la historia" la segunda; y "obra realizada como mandan las costumbres o tradiciones". Sabía que no se trataba de la tercera definición. Al principio sentí sorpresa, y no tengo más que dar las gracias.
A medida que pasan los años -y yo ya llevo más de 40 en esto-, supongo que ya toca algún tipo de reconocimiento al trabajo realizado.
¿Darás inicio al acto de lectura?
Sí, así es, empezaré yo a las 08:00 y después de mí vendrá el resto. Unas 400 personas leerán mi novela.
Cuando me comunicaron que habían elegido la novela Zergatik panpox, en seguida les pregunté si sabían qué novela era, ya que es muy corta. Entonces me aclararon que la novela se leerá nueves veces seguidas, ya que no se puede alargar el texto.
Cuando empezamos, no había nada en las letras vascas. Casi no había editoriales y fuera de ese ámbito no había nada. Ahora contamos con un sistema literario completo: estudios universitarios o editoriales profesionales, que no salen adelante con voluntarios, como fue nuestro caso… En definitiva, contamos con un sistema literario del tamaño de un bonsái. Creo que el acto de lectura se enmarca dentro de dicho sistema y, si miro hacia el pasado, es un milagro. Un milagro que ni siquiera soñábamos cuando emprendimos este camino. No nos atrevíamos a soñar tanto.
En ese sentido, ¿estaréis contentos con el trabajo realizado en esa época, no?
Sí, yo al menos sí. Ahora somos nosotros los escritores corrientes, ya que pocos de nosotros viven únicamente de escribir. Pero, por otra parte, creo que nuestro sistema es parecido a los sistemas de nuestro entorno, y cuando empezamos, no existía ni una lengua unificada, estándar, cada uno optaba por la forma que quería o por lo que le dictaba la ideología… ¡y mira lo que tenemos ahora!
Hace 40 años no teníamos ni la mitad de lo que tenemos en la actualidad.
¿De dónde nació el argumento de la novela Zergatik panpox?
Justo antes de la muerte de Franco, y tras su muerte, percibí que, antes de los cambios políticos, muchas de las parejas de mi entorno rompían. Yo no tenía pareja en aquel entonces, ni hijo/as, pero en mi entorno veía muchas parejas con hijos, y, de pronto, los hombres empezaron a romper con sus parejas. Después vinieron otro tipo de rupturas, pero en ese momento fue así y como me tocaba a mí consolar a mis amigas, pensé trasladarlo al libro.
Escribí la novela en primera persona y en esa época no era consciente de que si los lectores leen algo escrito en primera persona, piensan que lo que narras te ha pasado a ti. Con el tiempo me he ido dando cuenta de ello.
Tu novela ha sido pionera por diversas razones, pero, sobre todo, por ser la primera novela de la literatura vasca donde una mujer es la protagonista. ¿Eras consciente de ello cuando la estabas escribiendo?
No, ¡para nada! Escribí lo que sentía en ese momento, llevaba ya unos cuantos años sin escribir, de pronto sentí el gusanillo y me puse a escribir. No me puse a pensar "la primera mujer protagonista, la forma de escribir…". Hice lo que me salió.
Quiero pensar que la novela Zergatik panpox tiene valores literarios, si no tras 40 años no se seguiría leyendo. Quiero pensar que no es por el hecho de ser mujer, sino porque es una buena obra.
¿Percibiste algún tipo de influencia o repercusión cuando se publicó Zergatik panpox?
No, casi nada. Ha sido más tarde cuando ha venido todo. En esa época no existía Internet y no era nada fácil difundir obras como ésta. Recuerdo que me hicieron una entrevista en Argia, y alguna otra más. Entonces no era fácil tener acceso a lo que publicaban las revistas y, hoy en día, eso es posible gracias a Internet.
Imagina, cuando me llamaron de Bilbao me pasaron algunas críticas que se habían escrito sobre mi obra. Sólo había leído una.
Además, siempre he estado al margen, he hecho las cosas a mi manera. Excepto en la época de la editorial Lur, éramos un grupo… Yo soy una outsider, no estoy dentro de ese sistema.
Como escritora, te has manejado en varios campos: poesía, narrativa… ¿Dónde te sientes más cómoda?
La verdad es que me he sentido cómoda con lo realizado en cada momento. Sin embargo, ahora me veo más en la narrativa que en otra cosa. A veces escribo algún poema, pero en los proyectos que tengo ahora me siento más firme en la narrativa.
¿Cuánto tiempo se necesita para escribir un libro?
En mi caso, de un libro a otro, y según las fechas, puede que pasen diez años. Pero eso no quiere decir que no haya trabajado en el libro durante esos diez años. De hecho, no es mi profesión, yo soy periodista. Además, ahora se debe trabajar más que antes para recibir menos dinero que antes. Por lo que me quita bastante tiempo. También tengo familia y ¡me gusta estar con ellos! Por lo tanto, el tiempo que me queda para la literatura es muy poco.
¿Cómo empezaste a trabajar como periodista?
Nunca pensé en trabajar como periodista, pero en 1977 me enteré de que iban a publicar el diario Egin. Necesitaban muchos trabajadores, por lo que fui a preguntar. Les dije lo que sabía hacer y me dieron la oportunidad de empezar a trabajar. No empecé a trabajar como periodista, porque yo sabía mecanografiar en euskera y en esa época no había muchas gente que lo supiera hacer.
Poco a poco fui viendo el camino hacia la redacción, pero al principio mi función era mecanografiar.
Te hemos visto como periodista en televisión, radio, prensa escrita… ¿Dónde te sientes mejor?
Llevo más de 30 años trabajando por mi cuenta, por lo que trabajo donde me piden. Normalmente, el trabajo que realizo es porque me lo han pedido. Pero si debo elegir, seguramente es la radio el medio que más me gusta.