“Este país lo pensaremos en euskara o dejará de ser”. Lo decía Amets Arzallus en Baiona en el acto final de Korrika 18. “Este pueblo lo podemos pensar en euskera o no podemos pensarlo”, confirmamos ahora: empoderémonos como euskaldunes.
Confiemos en nuestro poder individual y colectivo, y utilicémoslo para lograr una Euskal Herria euskaldun. Seamos conscientes de la situación que vive el euskara y el movimiento popular que trabaja por la euskaldunización. Sumemos tu esfuerzo, el mio y el suyo, y multipliquemos nuestra capacidad en común. Hagamoslo. Y consigamos que lo hagan.
Somos todos los euskaldunes y euskaltzales quienes integramos y conformamos Euskal Herria, el pueblo del euskera. Y eso es precisamente lo que reivindicamos: entre todos y todas, mediante el esfuerzo colectivo, podemos lograr un pueblo donde vivamos en euskera, un pueblo formado de vascoparlantes. Este pueblo ha alcanzado grandes logros gracias al trabajo en común -Korrika es buena prueba de ello-, y, al igual que en el pasado, volverá a demostrar que es generoso y poderoso. Ese es el deseo de Korrika y AEK.
Y querer es poder. Poder personal y colectivo: personas que trabajan unas junto a otras y personas que colaboran con organizaciones e instituciones. El poder de quien sabe euskara para hablarlo y el poder de quien no lo sabe para aprenderlo; el poder de garantizar el derecho a aprenderlo y utilizarlo; el poder de llenar los euskaltegis; el poder de fomentar la cultura vasca e impulsar los medios de comunicación en euskera; el poder de apoyar y proteger los movimientos sociales a favor del euskara…
Korrika 19 quiere aglutinar todo ese poder. Puede acumularlo, y ser punto de partida para emprender nuevos caminos. Porque serán el querer y el poder de todos y cada uno de nosotros, la colaboración y el trabajo conjunto los que harán que Euskal Herria sea, haciendo valer su nombre, el pueblo del euskara.