La trayectoria de Xabier en su empeño de divulgar la lengua vasca es maratoniana. Hombre de gran iniciativa y valentía, corredor de fondo contra viento y marea, fue él quien comenzó a organizar festivales de música vasca en el oscuro Bilbao del franquismo.
Escribió un sinfín de obras de todo género -cuento, novela negra, teatro,…- además de gramáticas y todo tipo de materiales para quienes entonces se iniciaban en el aprendizaje del euskera; recordamos al amigo Xabier como responsable de la campaña Bai Euskarari organizada por Euskaltzaindia, o promoviendo las denominadas Euskaldunen Afariak en su afán de introducir nuestra lengua en nuevos contextos hasta que la falta de apoyo terminó con el programa, pero nunca sucumbió al desánimo y continuó en mil proyectos, siempre con la misma firmeza, la misma humildad y lejos de la vía grandilocuente y ruidosa.
Su relación con el Ayuntamiento fue estrecha, especialmente con el Área de Euskera, siendo miembro del jurado del certamen de Cuentos Mikoleta hasta su última edición, año tras año leyendo y corrigiendo los cuentos escritos por chavales y chavalas de Bilbao con la misma ilusión que nos transmitió a quienes tuvimos la suerte de conocerle.